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  CASA APOSTÓLICA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA
  La Cura Contra el Virus AH1N1, SIDA, Etc…
 

La Cura Contra el Virus AH1N1, SIDA, Etc…

 

            Hoy día no sólo nos enfrentamos a una terrible plaga cuyo antídoto, amparado en la ciencia, está muy lejos de existir. Sino que vemos un gradual aumento en asesinatos, violencia, drogas y otro sinnúmero de males que nos aquejan.  La Palabra de Dios es la única fuente de vida. Cuan imprescindible es que la escudriñemos cabalmente, pues solo en ella esta la vida eterna y abundante que Dios nos ha prometido. Bien nos dice su Palabra:

 

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida.                                                                                                                                                                   Jn. 5:39-40

            A continuación le adjunto siete antídotos únicos y capaces de contrarrestar todo virus, plaga o mal que nos quiera desestabilizar. Analízalos, memorízalos y profetízalos.  

 

I.               La oración de todo un pueblo (Intercesión colectiva)

 

Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea; toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta casa, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres); para que te teman todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.         1 Re. 8: 37-40

 

            La Palabra dictamina que sólo la oración colectiva de un pueblo, tiene la capacidad de romper todo mal que venga sobre la tierra. Es solo humillándonos y volviéndonos de nuestros malos caminos que alcanzaremos misericordia.  

 

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.                                                                                     2 Cr. 7: 14 

 

II.             La ofrenda de paz  (Zebach)

 

Y edificó allí David allí un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel.                                              2 Sam. 24:25

 

            La ofrenda de paz nos une, nos acerca más a Cristo. Solo el pecado nos separa de Dios. La palabra usada por Pablo para paz es eiros (Gr.), que significa “juntar” o “unir”.

 

Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,                                                 Ef. 2:13-14 

 

            La ofrenda de paz es conocida también como la ofrenda de agradecimiento. Solo a través de la sangre de Cristo se rompe toda separación. Declara la sangre de Cristo sobre tu casa, tus hijos, tus finanzas. Solo ésta nos justifica.

 

Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,                 Ro. 3:24-25

 

III.           Morando bajo la sombra del Omnipotente

 

Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.                                                                   Sal. 91:9-11

 

            Nuestra confianza debe estar puesta del todo en el Señor. Bien nos promete en su Palabra que no nos sobrevendrá ningún mal. El guardará al justo, como con escudo le rodeará de su favor. Activa tus ángeles, han sido enviados a tu servicio. Aprópiate, memoriza y declara esta poderosa Palabra.

 

IV.          Haciendo Pacto de Sacerdocio Perpetuo

 

Entonces se levantó Finees e hizo juicio, Y se detuvo la plaga; Y le fue contado por justicia de generación en generación para siempre.                                                       Sal. 106: 30-31

 

            Finees, “Boca de bronce”, hijo del sacerdote Eleazar y nieto de Aarón, recibió un pacto de sacerdocio perpetuo, emitido por Dios, por su celo santo hacia el Señor y compromiso a su Palabra. La vida de este leal sacerdote debe ser un modelo a seguir en este tiempo. Profetizo que ministros y adoradores, hijos de ministros, comienzan a emerger con la unción de Finees y decretarán con bocas de bronce, juicios inspirados por La Palabra de Dios y no rehuirán anunciar el consejo de Dios. Y toda plaga cesará en el nombre poderoso de Jesús. Amén.

 

Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.                                        Hec. 20:27

 

V.           No dejando de congregarnos

 

Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.                                                                                                                Num. 8:19   

 

            No es prudente dejar de congregarnos aludiendo que nos exponemos a un posible contagio. Muy contrario, La Palabra nos muestra que la unción de los levitas (Adoradores), aleja toda plaga de los hijos de Dios al acercarse estos al santuario. Mientras mas cerca estemos de Dios, mas seguros estaremos. Pues su Palabra dice que el habita en medio de las alabanzas de su pueblo. Y si El está ¿Quién o qué se supone que no esté?

 

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.                                                                                                                                           Heb.10:25

 

            En la verdadera adoración, está el antídoto contra toda plaga. Hace algún tiempo, escuche una predicación de un gran amigo apóstol, quien dijo: “Cuando venga el mal, y no halla luz, y las plagas azoten, el único lugar de salvación será la Iglesia. Porque allí habrá luz, bendición y salvación”.  Amén!

 

VI.          Saliendo de Babilonia

 

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;                                                                Ap. 18:4 

 

            Babilonia, tipo representativo del mundo; representa también los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida.  

 

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.                          1 Jn. 2:16-17

 

            Tu eres un(a) hijo(a) de Dios, haciendo Su voluntad permanecerás para siempre. La Palabra nos advierte que para ser participes de la naturaleza divina debemos de huir de la corrupción de este mundo. Cualquiera que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

 

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;                                                                                            1 Pe. 1:3-4 

 

VII.         No adulterando el Evangelio

 

Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.                                        Ap. 22:18

 

            Las señales apocalípticas son cada vez más evidentes y el solo ignorarlas, nos cuenta por pecado. Claro está que añadirle a las palabras de este libro es pecado, pero no podemos o debemos ignorar que el solo hecho de omitirlas es igual a quitarle. A esto se le llama pecado de omisión.  

 

Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.                                          Sant. 4:17

 

            Dentro del caos que vive el mundo, justo en estos momentos, es imperativo predicar íntegro, este Santo Evangelio a tiempo y fuera de tiempo. El mundo debe saber que es lo que está sucediendo. ¡Vamos predica, no hay mas tiempo!

 

Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.                                                                                                                                             2 Ti. 4:1-5

 

Recuerda, ningún mal sobrevendrá sobre ti. Amén.

 

Bendiciones!!!

 

Pastor Barry López

 
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